martes, 28 de abril de 2015

GUERRA EN VIETNAM / HIPPIES / CARRERA ESPACIAL / SATELITES /STEVENS


Pero hubo otros lugares de conflicto en el planeta donde se hizo presente el poderío de las grandes potencias:
Lejos de América, en el continente Asiático, Vietnam, en el año 1964 se desata un conflicto que divide al país en Vietnam del Norte y Vietnam del Sur.

Al frente de Vietnam del norte está el líder Ho Chi Min y es contra él y contra su gobierno, que los EEUU emprenden una intervención militar con todo su furor y que se prolonga inexplicablemente por muchos años.
Las atrocidades cometidas contra la población inocente, contra niños y campesinos no sólo denigran al pueblo estadounidense sino que a todo el planeta.

Una guerra inútil, sin justificación y sin sentido haciendo creer al mundo que los héroes son los soldados americanos.
Precisamente contra las atrocidades de la guerra, en el corazón de la sociedad norteamericana surge un original movimiento que tiene como consigna: “Haz el amor y no la guerra. Paz y amor”.

Aunque el movimiento en ciernes, había surgido en San Francisco al inicio de los sesenta, se hizo poderoso y masivo como reacción a la guerra y como denuncia pacifica del comportamiento de la sociedad estadounidense.

El movimiento de "los hippies", representa la originalidad de combatir la violencia a través de las flores y la música, la mayoría son jóvenes decepcionados de la política y de la perversidad del sistema capitalista que so justificación de la libertad emprende las acciones más temerarias.
El movimiento hippie tuvo su máxima expresión en el inolvidable e histórico encuentro musical en Woodstock en el año 1968, donde durante tres días los jóvenes manifestaron su desencanto a través de la música.
Una versión criolla del movimiento hippie, hecha en Chile fue el encuentro en
“piedra Roja” donde se dieron cita los vestidos blancos y los pantalones floreados.

Pero los años sesenta, no dieron tregua en cuanto a los acontecimientos históricos.
Las dos grandes potencias habían iniciado una inusual carrera en la que los ojos del mundo estaban puestos. Era la llamada “carrera espacial”
La carrera espacial fue liderada por la URSS porque en el año 1961 pusieron el primer hombre en órbita en el espacio.
El nombre de Yury Gagarin le fue familiar a todos los hombres del planeta.
Allá lejos de la tierra, más allá de la atmósfera un ruso estaba orbitando la tierra.

En diferentes lugares del mundo los habitantes del orbe escrutaron el cielo y la posibilidad de ver un satélite, un sputnik o al cosmonauta Yury Gagarin.
En la década del sesenta, el cielo aún era limpio y no estábamos contaminados con la luminosidad.
Sin embargo el objetivo estaba muy lejos aún: la luna y las estrellas.
Y al término de la década en julio del año 1969, los norteamericanos dan el gran golpe.
La nave “Apolo 11” con su modulo lunar “águila”, se posa sobre la superficie selenita a 384.000 kilómetros de distancia.
El mundo atónito no lo puede creer y las palabras de Neil Amstrong al pisar el polvo lunar, quedan grabadas en la historia: 

“Un pequeño paso para el hombre, un salto gigantesco para la humanidad”
Era increíble, la tecnología norteamericana luego de varios intentos, de éxitos y fracasos había trasladado un hombre a la luna.

El impacto de la carrera espacial se tradujo de algún modo en la revolución de las comunicaciones y en verdad ese fue el inicio del gran salto.
Lo más trascedente fue el inicio de las transmisiones vía satélite que conectaron al mundo en minutos y segundos, lo que antes hacían los teletipos y la señal telegráfica, ahora lo hacía uno de los cientos de satélites de comunicación que orbitaban el espacio.

Y todo era instantáneo.
El mundo estaba ahí en la TV, ese pequeño aparato de señales.

Sin duda el hecho más espectacular de las transmisiones vía satélite que se vivió en Chile, fue la madrugada del día 02 de febrero del año 1970, terminando la década de los sesenta.
Esa mañana la señal venía desde Japón desde las seis de la mañana y se exhibía la disputa del título mundial entre el boxeador nacional Godfrey Stevens y el campeón Japonés Shozo Saijo.

Virtualmente todo el país se las ingenió para estar frente a alguna pantalla de TV, que aún eran muy escasas en nuestro país y presenció en directo, por primera vez, la emocionante pelea que hizo nuestro compatriota, que finalmente perdió por puntos.
Las imágenes en blanco y negro eran de una nitidez asombrosa y sin conocer la verdadera hora en que se disputaba el combate a nosotros los chilenos nos daba lo mismo: ahí en la pantalla, Stevens luchaba estoicamente contra un campeón.
Nosotros éramos el gran público del mundo, estábamos conectados con el progreso.

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